Yo soy una
fiel seguidora de varios blogs. En uno de ellos, ‘Marriage Confessions’, vi una
entrada que me trajo una oleada de recuerdos de mis embarazos.
Estando embarazada
de más de 6 o 7 meses me he visto en una situación muy frustrante. El cuerpo no
tiene las dimensiones a la que una esta habituada. La pesada barriga te hace
moverte de una forma poco usual. Los andares oscilantes y los torpes intentos de
sentarte con elegancia te señalaban desde la distancia como mujer gestante.
Yo disfruté mucho
de mis embarazos pero había algunos momentos, echaremos las culpas a los
cambios hormonales, que le hubiera arrancando la cabeza a alguien. (Que conste
que no soy una persona agresiva) Esos momentos eran pocos pero más
concretamente es la situación de yo como conductora de mi vehículo utilitario en
estado de gestación. Sobre todo cuando acudía a un centro comercial o parking
publico. Como muchas sabéis los espacios entre plaza y plaza de aparcamiento
suelen ser muy estrechos. Cuando yo estacionaba mi coche intentaba dejarlo donde no hubiera vehículo cerca, dentro de lo
posible. Pero cuando volvía a mi automóvil me encontraba que un amable,
cívico y buen conductor (que pena que en la palabra escrita, el sarcasmo
no se perciba como una quisiera) había dejado su radiante y flamante (sarcasmo
de nuevo) coche a unos 20 o 30 centímetros de la puerta del conductor de mi
coche.
¡¡AAAHHHHHHGGGGG!!
¿Como
demonios piensa este buen señor o señora que podría meterse una en su automóvil? ¡Y MUUUUCHO menos
una mujer embarazada! Abrir la puerta e intentar meterte dentro no es una opción.
Entrar por la puerta del pasajero seria una buena opción si no fuera por una protuberancia
que tenía en el abdomen. La única solución era darme una vuelta con la
esperanza que cuando volviera el coche se habría ido o pedirle a un delgado y buen samaritano que me sacara
el coche.
Hoy en día se
puede solucionar esta situación en algunos centros comerciales y parkings públicos
si tienen unas plazas destinadas a familias con niños pequeños. Pero
desafortunadamente no hay tantos o algunos, como puede ser una plaza de minusválidos.
Pues como os
iba contando, cuando vi una entrada en ‘Marriage Confessions’ (Os dejo el link aquí.)
Vi la solución de todas las mujeres embarazadas y conductoras del mundo. Puse
mi marido a trabajar y le pedí que elaborara un cartel como el que comparte
Katie en su blog, pero en español, claro.
Os animo
a imprimir este cartel y ponerlo en la ventanilla del conductor o sobre el salpicadero
visible por el parabrisas.
¡¡Para imprimir!! |
Feliz fin de
semana.
Rebecca
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