Mi marido y yo pensamos que sería una buena idea que los niños aprendieran a cuidar y responsabilizarse de una planta (bueno, el cactus es una planta que requiere pocos cuidados, así que sería fácil para ellos).
Compramos dos cactus, dos macetas y un poco de tierra para que los niños los trasplantaran.
Cuando llegamos a la casa, los niños se pusieron manos a la obra.
Primero rotularon cada uno sus macetas.
Luego los llenaron de tierra.
Una vez llenadas, trasplantaron los cactus con mi ayuda (la verdad es que lo hice yo, ya que Julio se pinchó y Sergio se acobardó ante la incidencia).
Una vez terminado, se colocaron las macetas en un lugar muy luminoso. Ahora toca regar de vez en cuando y girarlas para que crezcan bien.
Espero que los niños tengan mejor mano con las plantas que yo, ya que se me secan hasta los cactus.
Rebecca.
Que bien!! Espero que les guste cuidar de sus plantitas! Muchos besos
ResponderEliminarme encanta la idea! ;-)
ResponderEliminarQué buena idea! Es genial involucrarlos así, es como disfrutan y aprenden a valorar en este caso las plantas.
ResponderEliminarUn abrazo