Yo de inmediato pensé que fue muy habilidoso pero también un poco vago, por no usar las manos para hacerlo.
Esta incidencia desembocó en un juego bastante divertido.
Esparcimos los objetos alrededor de la cesta e intentamos meter los objetos en ella con los pies. El más pequeño se apoyaba en una pared para no perder el equilibrio. La primera vez lo hicieron individualmente pero la segunda hicieron un pequeño concurso a ver quien recogía mas objetos en menos tiempo.
Verle las caras de contracción en las caras de lo niños mientras intentaban recoger objetos con los pies fue divertido. Algunas cosas se resistían a entrar en la cesta como las pelotas de goma y hasta se iban botando. Para recuperarlas no podían usar las manos. Ocasionalmente se volcaba la cesta pero la levantaban con los pies!!!
Mi marido y yo nos animamos a descalzarnos y jugar con ellos. Desde luego el ganador de todo fue Sergio. Que parece tener una habilidad especial, con esos dedos.
Tambien hicimos el juego a la inversa. Sacar los objetos del cesto. Fue algo más díficil pero lo logramos.
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