Cuando mi tía tenía unos 3 años y supo que los Reyes estaban cerca de su casa salió con la cara aún llena de chocolate del desayuno y se escapo de casa para verlos. Aquí hay una prueba del instante.
En cuanto mi abuela la echo en falta fueron a buscarla, la encontraron y la llevaron a casa. La asearon, vistieron y volvieron a llevarla a ver los Reyes de la mano de su tío.
Rebecca
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