Todos los años me gusta hacer una casa de jengibre con los
niños. Es una tradición y me encanta verlos disfrutar de esta tradición. Este
año el tiempo parece un factor ausente en mi jornada diaria así que pensaba comprar
una casa de jengibre que ofrece Ikea en su tienda sueca. Pero cual es mi
sorpresa que no esta disponible en ninguna tienda de mi comunidad autónoma y
pero aún, por lo que tengo entendido en España. ¡Uff!
Pero no os podéis imaginar lo mucho que echo de menos llegar
a casa y oler la casa de jengibre. Es un olor que me reconforta y siempre me
trae una sonrisa a la boca.
Esta semana de forma completamente improvisad he intentado
emular el olor usando especies (Canela, clavo, nuez moscada, pimienta, y jengibre
molida) y simplemente dejándolos en un pequeño cuenco decorativo en el salón de
casa. Y que os puedo decir. No ha funcionado.
Como última medida desesperada se me ocurrió añadir un poco
de agua y calentarlo en el micro-ondas. En el momento de sacar el cuenco recién
calentado parecía que mi invento empezaba a funcionar. Pero en el momento que
se enfrió ya no olía a nada.
No era lo suficientemente fuerte como para ambientar la
casa. Asi que FRACASO.
Irremediablemente tengo que ponerme las pilas el año que
viene y hacer una casita de jengibre casero pase lo que pase.
Para ti. ¿A que huele la Navidad?
vaya! yo nunca he hecho estas casitas, si te animas el año que viene nos haces una guia completa!!! besos
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