Ha llegado el mes de septiembre y comienza el nuevo curso
escolar. Y solo tengo una cosa que decir: “¡Que difícil son los primeros días de
colegio!” Sobre todo para los más pequeños.
El primer encuentro con el colegio nunca es fácil. Aunque
nosotras como madres les contamos con todo lujo de detalle las cosas que se van
a encontrar. No hay nada como vivir la experiencia en persona.
Encontrase en un aula con un grupo de niños que desconoce
por completo, una señorita que le sonríe y le dice que todo ira bien, un
entorno que no es el suyo y para colmo se le pide que pase un rato largo sin
saber con seguridad cuando regresaran esas caras familiares para recogerles
puede ser muy estresante.
Al principio hay mucha ilusión con la mochila nueva, las
zapatillas relucientes que papá asegura que corren mucho y la bolsa de merienda
que lleva un rico bocadillo. Pero lo peor es cuando llegamos a la puerta del
colegio y mamá nos sonríe y nos dice: “Diviértete que luego te recojo.”
¿Cuando? ¿Por qué? ¿Donde?
¡Quiero con mi MAMÁ!
Hay que transmitirle a los niños tranquilidad, confianza, seguridad
y determinación. Los niños necesitan saber que sus progenitores
confían que ellos estarán bien y en buenas manos en el colegio. (Aunque una
tenga el nudo en la garganta, al dejarlos)
Hay que explicarles
que les queremos y cuando termine el colegio les recogeremos. Nunca hay que
mentirles o darles falsas esperanzas. Solo desconfiaran.
Cuando les recogemos hay que mostrar felicidad, hablar y
preguntar del colegio con alegría.
Cada niño es un mundo y necesitara un periodo de adaptación a
su medida. Confiaremos que aprendan la rutina pronto y cuando este asimilada hará
que puedan relajarse y divertirse con sus compañeros de clase y su profesora.
Ánimos a todos esos pequeños que aún lloran al entrar por la
puerta de su cole.
Rebecca
Little mini Julio!! He must be so big now. Still missing you lots!! :)
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