Forrar libros

El curso ha empezado hace ya varios días y como muchos padres con hijos en primaria sabéis que es la época de forrar libros. Este año como todos los años anteriores, hay un fin de semana que le dedicas más de una hora a forrar libros con plástico, para así conservar los impolutos libros del trote que le espera los meses venideros. 

Cuando le forro los libros a mi hijo, tarea que estoy deseando que el aprenda a hacer por sí mismo, intento que tenga unas pegatinas, etiquetas u otros detalles que distinga su libro del de los demás. No lo hago para que mi hijo sea diferente de sus compañeros, simplemente es porque sé que los libros los almacena en estanterías en las clases y así puede distinguirlo de los demás sin tener que mirar  todos los libros uno a uno hasta que encuentre el suyo. Simplemente le pongo varias pegatinas o etiquetas en distintas partes del libro. Siempre empiezo con la tapas y más concretamente en las esquinas. El lomo del libro es un SI en mayúscula ya que suele ser lo más visible de un libro en una estantería. Para terminar le escribo su nombre en letras grandes en las hojas de cortesía. 

Pues mientras hacía todo el proceso de etiquetado, medir, cortar y pegar el plástico al libro mi mente entra en un estado de letargo y mis manos siguen la repetición de movimientos libro tras libro. Varios minutos después algo parece despertarme y empiezo a pensar. (¡Uff! ya empiezan esas locas neuronas a dar la lata....con lo a gusto que estaba yo aquí haciendo una actividad mecánica y monótona.)

Empiezo a pensar. '.....Hay que ver la de plástico que estoy usando yo aquí.......Desde luego...Nota mental: comprar leche.....Yo intentando inculcarle a los niños que hay que cuidar el medio ambiente y yo aquí utilizando metros y metros de plástico....tengo que poner la lavadora....¡Uff!........otra vez he perdido las tijeras, donde las he puesto.........pues yo de niña forraba los libros con las bolsas de papel de la compra......pero claro era muy común en los E.E.U.U. usar bolsas de papel en aquella época.......PUA...Aquella época.....ya estoy hablando como una persona mayor....Jo...mayor....y que quedara de este planeta si sigo usando tanto plástico...¿que hago de cenar esta noche?.....Podría intentar forrar los libros con bolsas de papel.......¿pero acaso tengo?'

Aquí es cuando me levanto y empiezo a buscar. Por fin encuentro UNA. Bueno vamos a decir que no ha sido todo un éxito pero algo es algo.

Aquí va: 

Bolsa de papel doble del tamaño del libro

Tijeras

Fixo

Pegatinas

Rotuladores

Cortar bolsa para abrirla y dejarla plana. Recordar usar interior de bolsa.

Aqui un detalle que me gusta hacer. Dar un doblez para asi reforzar los extremos del lomo. Estos se les suele castigar mucho con el uso.

En las esquinas tambien me gusta darle un doblez al papel para asi asegurar las esquinas con mayor firmeza.

Aqui viene lo divertido. Decorar el forro y personalizarlo. Sergio quiso usar pegatinas y Escribió el titulo del libro, su nombre y curso. 

Con reciclar una bolsa de papel, no se si voy a salvar el planeta pero si me siento bien haciendolo.

Rebecca